
Poco volumen de negociación ayer en los mercados financieros globales que se mantienen a la espera del dato de inflación de septiembre en Estados Unidos. El consenso espera que la subida de precios general sea del 8,1%, dos décimas por debajo del mes pasado, lo que mantiene la tendencia a la baja en el dato general, apoyado principalmente por una reducción de los costes energéticos – que dejará de ser un contribuidor negativo en los próximos meses tras la subidas de precios del petróleo derivados del recorte anunciado por la OPEP + –.
Sin embargo, la Fed y los inversores prestarán más atención a la inflación subyacente, que se prevé que alcance niveles del 6,5% y siga la tendencia alcista vista en los últimos meses principalmente por dos factores. Por un lado, la fortaleza en la demanda de los servicios, como mostraron los datos de confianza empresarial – ISM de servicios –, y por otro lado, el retraso con el que se reflejan los ajustes en los precios inmobiliarios en las estimaciones de inflación, que seguirán contribuyendo al alza a pesar de la debilidad en los precios de la vivienda de los últimos dos meses.
Finalmente, en esta ocasión, no creemos que los datos de septiembre vayan a cambiar el rumbo de subidas hasta el final de año y en todo caso podrían acelerarlas poniendo más presión en la reunión de diciembre, en las probabilidades de ver una nueva subida de 75 p.b. han aumentado considerablemente.
El S&P 500 regresa a los mínimos desde noviembre de 2020. El principal índice norteamericano cae de nuevo por debajo de los 3.600 puntos, en una sesión que se movió en márgenes estrechos y que acabó perdiendo fuelle en la última parte del día tras la publicación de las actas de la Fed. Sectorialmente, siguió viéndose favorecida la energía (+0,7%) ante los repuntes en el precio del petróleo y también se comportaron bien las empresas de consumo tanto estable (+0,4%) como discrecional (+0,2%) ante unos datos macro que no muestran debilidad en el empleo. En el lado negativo las utilities (-3,4%) empiezan a aflorar los daños que ha dejado en las infraestructuras energéticas el paso de Ian, que de momento son manejables, al menos así lo ha manifestado el equipo directivo de la principal empresa energética norteamericana Nextera (-4,3%).
Nuevas ventas en las bolsas europeas. Las ventas fueron poco perceptibles en los casos del EuroStoxx 50 (-0,2%) y Dax (-0,3%) y más importantes en los índices de Europa del Sur (Ibex y Mib -1,2%). Ambos se veían presionados por los bancos y, en el caso español, con bajos volúmenes negociados por el día de la Hispanidad y que dejaban al índice en mínimos de 23 meses. En este contexto, asistimos a caídas de bancos británicos como el Lloyds Banking Group (-5,8%) y Natwestgroup (-4,1%), afectados por las turbulencias que vienen afectando a la renta fija británica. En España el peor era Santander (-1,5%) y en Italia FinecoBank (-3,8%), ambos con negocio en Reino Unido. En positivo, buena sesión para LVMH (+1,8%), tras publicar una cifra trimestral de ventas mejor de lo previsto, y la farmacéutica Rovi en España (+2,8%).
Se repiten las ventas para la renta variable asiática, a la espera del dato de inflación en EE.UU. El índice MSCI Asia Pacífico pierde esta mañana un 0,6%, quinta sesión consecutiva de retrocesos, esperando al dato de precios estadounidense que conoceremos más tarde. En Japón las pérdidas alcanzan ya cuatro sesiones seguidas, con caídas del 0,6% para el Nikkei y -0,7% en el caso de Topix, tras publicarse un mal dato de precios mayoristas, en máximos de cinco meses, y sin que el retroceso del yen, en mínimos de 24 años frente al dólar, ayude a las bolsas. También asistimos a retrocesos en China, con ventas para el Hang Seng (-1%) y CSI 300 (-0,5%), en medio de un incremento en el número de casos de Covid-19 y a escasas fechas del inicio del congreso del Partido Comunista.
Los bonos mantienen la cautela antes del dato de inflación. Los bonos soberanos no presentaron grandes cambios ayer, con algo más de movimiento en el bono a 10 años estadounidense, que volvió a situarse por debajo de 4% de Tir. En el mismo sentido se mantuvieron los mercados de renta fija europea en el que la principal noticia es la resistencia en los diferenciales soberanos que siguen si testear los niveles que vimos en junio.
En el mercado de divisas, escasos cambios en el cruce euro-dólar, sacando a relucir la condición del dólar como activo refugio y sin excesivas fluctuaciones en las últimas sesiones. Esta marca los 0,97 EUR/USD. Por la parte de la libra esterlina, y ante la expectativa de nuevas medidas de apoyo por parte del Banco de Inglaterra, la divisa británica avanzaba ayer terreno hasta niveles de 0,874 EUR/GBP. Esta mañana el cruce marca los 0,875 EUR/GBP, con escasos cambios.
En cuanto a las materias primas, continúan las correcciones para el precio del crudo. La referencia Brent acumula retrocesos cercanos al 6% en lo que va de semana, situándose en 92,3$/barril esta mañana. Las caídas llegan tras las fuertes alzas vistas en la semana precedente, tras los fuertes recortes en la producción anunciados por la OPEP+ y en medio del cruce dialéctico de acusaciones entre EE.UU., partidario de mantener su cotización en niveles más bajos, y Arabia Saudita, con intereses contrarios. El oro, por su parte, comienza la penúltima sesión semanal con pequeños retrocesos (-0,2%), en 1.668,5$/onza a la espera del dato de precios en EE.UU.